1/10/2005

El rectángulo mohoso le mostró el destierro de su alma. Entendió que la nostalgia también se bebe e, instantáneamente, una protuberante amargura se ciñó a su espalda. La auto-conmiseración lo invadió por las puntas de sus dedos y promovió su estado de ánimo al valle de las abruptas reiteraciones de su trauma, hondo y, acaso, aliviante. Dentro de su mente, cual río turbado y obstaculizado, su curso, por rocas de ignominia; una imagen lo llevo a otra e, inmediatamente después, creyó que todo cuanto ha bebido, lo ha desechado, lo ha orinado. Con las puntas de sus dedos y regulado por su mente, cual río, adelantó su cuerpo hacia el cajón del buró. Tomó un papel aglomerado de ideas desperdiciadas y lo aventó, a través del moho. Su amarga corcova se desvaneció.

2 comentarios:

ira dijo...

Hello you! No quería dejar que este año, que en realidad comienza hoy, porque los años comienzan en lunes, si señor, sin escirbir al buen andrei-a-secas que veo más sueltito este 2005.
Ví el comentario en El famosísimo y nunca ponderado Taza pero no pude contestar por la vacación. Hoy empezamos otro semestre en Sogem, sepa dios lo que nos depare aquella ex casa de Juan de la Chingada o de la Cabada o ¿de quién era la casa? pero me siento afortunada de pasarla cerca de el diseñador oaxaqueño. Un abrazo pre sogemita.
Ira.
Por cierto, lo mejor de tu año me parece muy mejor, es decir, no manches, ¡qué añito tu 2004!

el andrei dijo...

Ira, gracias por tus cebollazos pero, me agrada más saber que me visitas(podría ser que seas la única).
Por otro lado: Hoy en la noche, después de salir del metro, me metí, como cuelo hacerlo, a ver revistas a un sanbron's. Que me compro el Farenheit de enero y, qué orgullo, una amiga mía colaboraba sin haberme dado cuenta. ¡Felicidades! Luego platicamos.