8/25/2005

No sé porque pero esto luce distinto a la última vez.
El fétido hueco, de las verdaderas intenciones, es todo ese cascajo de pretenciones que satisfacen a megalómano que se digne de serlo. Es decir: escribo cuatro renglones sin sentido y en realidad me agasajo, me solazo, gozo. Este blog es sólo un pretexto para, a causa de no sé qué, alguna reminicencia infantil, tal vez, disfrutar de cada coma que adhiero a la luz efímera de tu pantalla y que tú trates de interpretarla.
La esfera nostálgica es sobre donde hago ejercicio literario, o seudo: brinco, brinco, me caigo, guardo el equilibrio, por no decir: quiero llorar siempre. También, por el uso lúdico de estar sobre una y bailar como quien pierde el piso.
Sostenerse: me refiero a no caer en el ser pretencioso que me susurra: deja de escribir pendejadas. El blog es una buena forma de escapar de ello. Cuál es el objeto de esto, ¿importa? Es decir, alguien realmente está poniendo atención.
Pretextos porque son textos con los que pretexto mi calidad y cantidad. No soy malo, de veras, sólo practico, no quiero ser otro más que yo; quiero construirme, no irme. Pre textos, porque quizá no son más que bosquejos; de hecho, lo han sido.
¿Por qué la existencia está en otra parte?
¿Acaso estás tú aquí?
Me comprometo a abundar, con detalles específicos, al respecto.
No, no es cierto. No más explicaciones, ya lo dije, ahora me escabullo, guardo mi cabeza entre los caracateres que ahora lees, en los que leerás. Lee, pues.

8/20/2005

Desde la desolada y desde ahora desdeñosa inspiración, que produce un ciber café, informo:
-Por situaciones acostumbradas, deudas a telmex y tosca desidia, este blog no ha podido ser actualizado como a su autor le ha recomendado el médico; y, tampoco será actualizado con cotidianeidad, es más, léase el siguiente punto.
-El autor, que no creador, de este espacio se encuentra bajo un fuerte influjo de incertidumbre respecto al acto de no contar leyéndose. El dilema, puesto que las dos opciones no son viables, consiste en saber si este blog deba continuar divulgando sus operaciones mentales, por llamarles de algún modo, o seguir adelante pero con nueva cara, nuevo enfoque, nuevo esquema. En pocos días, se sabrá la conclusión.
-Este blog, del que tantos han caído por equivocación, está a punto de cumpir un año. Para quien se pregunte si tener un blog es benéfico para la creación, aquí está un ejemplo de que la duda no vale la pena. Usted, si es curioso persistente, navegante analítico o persona desocupada, puede leer desde el primer poste hasta éste y formarse una opinión; también puede renunciar a dicha proeza y cerrar esta ventana mientras hace un gesto de aburrimiento, ¿miento?. Un año es un toro que embiste hacia el vacío.
-Abandonaré este recinto y me dispongo a lavar mi vajilla.

8/07/2005



Fue inevitable. He cumplido veintitrés años por primera ocasión en mi vida; lo bueno es que, si hemos tenido la razón, sólo ocurrirá una vez. La noche anterior una fuerte alienación, provocada por la ingesta de mezcal de pechuga, me transportó hacia el rincón donde el raciocinio escasea y se chorrea; dormí. En fin, desperté: la boca reseca y la mirada perdida en el espejo. Qué habrá dibujado Magritte cuando cumplió mi edad. Veo que es mi rostro el que se refleja, es inevitable; no hay una manzana ni mi espalda ni una roca suspendida o un león a mi costado: la realidad es infranqueable: yo, deforme frente al espejo; yo, despeinado, con veintitres respuestas ante el ojo y la incertidumbre de saber cuántas preguntas, todavía, tendré que hacerme. No quedó más que en chilaquiles sobre la mesa y una conversación sobre guerrilla y adquisición de edificios.