6/25/2005

Y por la rodilla sentía la comezón del mundo. Del mundo ---pregunta asombrado---, entonces qué hizo. La enterró ---responden las canas---, escarbó medio metro y, ahí mismo, la depositó con ese pie asomado. ¿La pierna doblada? Y la pierna doblada ---sentencian serias las canas---. ¿Por cuánto tiempo? La pierna sintió tanta frescura, rica y granulada humedad debajo de la tierra, la primera noche; pero, escúchame ---murmuran las canas---, al medio día, escúchame, al medio día ya no soportaba el ardor en su piel. ¿Y? Sacó, así es: sacó la rodilla y ya estaba cocida. Vaya ---exclama tranquilizado---, vaya qué alivio. Así es; por fin consiguió un bocado de carne suculente, el hambre ya lo corroía.

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