6/28/2005

En qué momento se anunció que el gol de oro ya no existía. Odio, rabia. Resignación. La patria no es sólo el acento o la comida. No son cinco disparos a la red. Sin embargo, duele. El orgullo es un insecto que adormece, succiona la sangre, se desplaza y, mientras arrastra sus viscosas extrermidades, deja una mancha inexplicable que te identifica y, al mismo tiempo, te colectiviza. Ese insecto aparece en la distancia, aparece cuando se distingue del ambiente, cuando es hostil al entorno; y pica, lacera el pinche.

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