Acabo de cometer la pendejada más grande del año y me arrepiento. Fuera de eso, algo dentro de mi cabeza está a punto de cuajar: quizá sea autodestructivo, quizá clarificador. Mis propósitos de año nuevo serán muy distintos, ahora veo, de lo que yo proyectaba hace una semana. ¿Qué ha pasado? Nada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario