8/14/2006

Hace una semana cumplí 24 años y, a diferencia de lo que me había advertido José Eduardo, mi mejor amigo a la distancia física, sentí que una salida se había perdido. El viernes, por cierto, una extraña depresión me arropó, no quería hacer planes y, ni modo, amigos de la oficina y de la carrera, tuvieron que hacerlo. Demasiada presión para un día común y corriente. Lástima, todo se desmoronó a causa de la lluvia, mi horario de trabajo prolongado, la pereza y un velorio.

Óscar es tan mi amigo que hasta me prestó a sus mejores amigos para recibir mi cumpleaños. En todo caso también son mis amigos y estuvo cagado, además también llegaron Polé y su agregado Claudio. Algo dijeron y me levantó el ánimo, quizá fue que me dieron confianza.

Amanecí. Me vi al espejo y pensé: Jose Eduardo tiene razón, la diferencia entre cumplir 23 y cumplir 24, es como de un pelo a otro, pero no me creí. Salí a las doce rumbo a Oaxaca y, por tráfico, lluvia y desviaciones, llegué a las ocho de la noche. Cené con mi mamá, Elo, mi cuñada y Sofía. Tan sólo con ver a Sofía, mi sobrina, el viaje vale la pena. Después Elo y mi cuñada me acompañaron a la fiesta de Karla Lobato. Por Karla siento un cariño casi enfermo, y no porque haya nacido el mismo día que yo, ni porque la conozco desde los doce. Y lo digo aún al saber que no me lee.

¿Por qué no se resuelve Oaxaca?, dice alguien. Por tibieza, por miedo, dicen unos; no, dicen otros, por incapacidad, otro: por desdén. Yo creo que es un problema de geografía. ¿Quién sabe realmente si Oaxaca está dentro de México?

Al escuchar algunos comentarios, veo que el problema de la educación en Oaxaca sí que es grave, sobre todo en las escuelas particulares.

Por fin un comentario interesante: Para resolver un rezago de treinta años, no basta con cambiar de gobernador, por más ilegítimo que sea, se necesita presionar al gobierno federal; o llamar a Emmett Brown y su dispositivo de plutonio libio, gritaron por ahí.

Tomé un café con Rommel, mi mejor amigo a la distancia ideológica, y sin embargo la conversación fue interesante. Es difícil aceptar que la inteligencia no tiene que ver con ideología. Cada que nos vemos, un veinte me cae a mí, y a él otro. Si seguimos así, pensaremos igual dentro de sesenta años.

Las coincidencias, de por sí, me aumentan las mejillas.

Compré La Montaña Mágica hace un año. Y hasta apenas lo abrí; justo cuando lo leo, Hans Castorp tiene mi edad, está en las primeras semanas de agosto y cumple 24; definitivamente hay lecturas, y mujeres, que están hechas para el momento oportuno.

Hoy, la presión, tanto laboral como doméstica e intelectual, es más intensa que nunca. Supongo que algo parecido se debe de sentir antes de nacer, ese primer momento en que se conoce la nostalgia.

Debo, creo, ahora que releo estos comentarios, dejar, tan sólo para variar un poco, las comas. Sin duda, redactar es adictivo. Ojalá pensar también lo fuera.

5 comentarios:

ira dijo...

Oucha, siento mucho haber dormido en lugar de celebrar la noche del viernes.
Me pregunto tantas cosas parecidas a las que tú te preguntas que ya estoy dudando si en algún lugar de mi cerebro yo también cumplí 24 años o en realidad mientes, cumpliste 33.

Supongo que la edad es una referencia, no un límite.

Otra vez, soorry. Espero cándidamente el futuro (es decir tu cumpleaños 25) para resarcir mi tontería.

Anónimo dijo...

¿por qué ya no eescribes poemas?

Anónimo dijo...

Mi hermano! dejarías de se Adrei (Adrei no Andrei)si no manifestaras tus interesantes depresiones, pero cumplir 24 no es nada comparado con cumplir 27 ja ! ya estoy hablando de mi, nunca fallo, soy muy egolatra. Ah! Gracias por hablar de mi en el Bloog.

el andrei dijo...

Ira: no te preocupes; ese es precisamente le problema, demasiada presión para un día cualquiera.
Eloiciano: Gracias por checarme. ¿Y tú, ya abriste tu blog?

Osvaldo dijo...

Hola Andrei, que bueno que te pasate bien esa velada, que si Oaxaca no esta en Mexico, hijole hay muchos lugares de la Republica que parecieran no estar en Mexico, en ese pais que nos dibujan de progreso, de "modernidad" como hablar de modernidad cuando hay gente que se muere por enfermedades curables, como pasar de un grupo de maestros que pedian una reubicacion geografica, al ser de nuevo olvidados por aquellos de arriba (Ulises Ruiz) con rabia de ver un vez as que no forman parte de Mexico, que on fomamos parte de Mexico, no solo en Oaxaca, tambien en el DF, en Sinaloa, Chiapas y asi podria seguir con la lista de los 32 estados del pais que se llama Mexico.

Aguante!!! Disfrutemos los 24, algunos ya los tienen, con algunos los festejamos y otros estamos por cumplirlos.

Y si no estamos dentro de Mexico, el de arriba, mejor, asi sera mas facil construir Otro Mexico recuerda que Otro mundo es posible.