4/19/2005

Pienso, bebo café; abro la ventana, a media noche, de mi cuarto y el valle es un obstáculo generoso, terco y exuberante, que abraza y abrasa y ciega la, "primero Dios", nostalgia del porvenir; amarra la garganta y estalla en moronas de intemperie vagando, mendigando, rengeando por ese mismo valle. Bebo, pienso, café cierro la ventana, de día, de mi valle. Pienso. Abrasé. Ábrase ventana y silencio: azótate contra la pared.

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