4/29/2005

El señor de los pollos es un tipo amable, cómico. Después de aquella tarde en la que comentamos, somera y llanamente, sobre el país y sus trivialidades, ha comentado que debido a mi peculiar forma de decirle, e incluso convencerle de que ha estado equivocado toda su vida y que es un tipo iluso e intolerante, tratará en lo posible de disfrutar cada una de mis desdichas, pedirá a algúno de sus inservibles, según yo, santos, que me tropiece alguna tarde como aquella, que mi piel rompa en sangre y mis arrogantes sesos se desparramen y compongan un bello mosaico. Por lo demás, dijo, es usted bienvenido y tendrá descuento vitalicio en esta su pollería. Mis puertas permanecen abiertas en señal de gratitud, respondí, bebí un trago.

1 comentario:

Gentho dijo...

Muy interestante. Vas a free cognition, pienso que tu te gusta.