10/30/2006

Pues ya está: se ha resuelto el problema de Oaxaca, se escucha, ha terminado. Sentimos que, al contrario, el problema es profundo: apenas comienza. ¿Qué puedo hacer yo? Pues sí, escribir, escribir con toda la emoción que contengo en el estómago.
Siempre he pensado que los seres humanos somo generosos, que la vida es sobrecogedora y por lo tanto, a pesar de todo, debemos ser felices. A pesar de que el individualismo al extremo es el camino. Que la humanidad avanza hacia la desigualdad total y es irreparable, infrenable, inobstaculizable. Que el mundo global y, al mismo tiempo, egoísta, es infranqueable. Que el ser humano camina hacia la uniformidad de ideas y, paradójicamente, al excluyentismo, en donde el resto de la humanidad no sólo no importa, apesta. A pesar de todo eso, que yo veía irremediable, habría que amanecer con ánimo, pensaba, es la época que nos ha tocado. A pesar de mi ascendencia reflexiva, internacionalista, combativa y social, he sido un cínico. Hoy amanece y me siento distinto. Imagino que sólo han exprimido un barro, la grasa podrida de este mundo enfermo es abominable, hay arterias a punto de taparse; sólo se ha apretado un barro y, entre tantas lonjas, volverá a hacer erupción, ahí mismo o en otras partes. Veo un mundo convalesciente, Oaxaca es un síntoma. Veo formas que caducan, el Estado de Oaxaca es un poco de moho. Carajo, hoy me siento más oaxaqueño que nunca, más ser humano que nunca, y hoy, más que nunca, mi optimismo es insoportable pues, ebrio de ingenuidad, o inocencia, veo que este mundo puede ser diferente.

2 comentarios:

Gil Mtz dijo...

Ese es el punto que todo oaxaqueño, o más bien todo mexicano comparta ese "OPTIMISMO" para tener claro que el mundo puede estar mejor.

En el resto del país estamos con los oaxaqueños deseamos que todo se resuelva bien y lo más pronto. Por ahora solo aliento para mantener la mente con un alto grado de madurez y confianza.

ira dijo...

Escribir ya es bastante. Es como hablar, pero un poquito más despacio, para que el otro desmenuce una a una tus humanidades.
Vamos a esperar hablando, las causas nos encontrarán solitas y no nos dejarán callar.