3/06/2005

Para variar, y sólo por contarles la verdad, aclaro que mi deuda con telmex fue finiquitada ya hace unas semanas. ¿Por qué, entonces, ausentarme de mi blog? Existen algunas razones y a la vez ninguna. Una, inherente a mi personalidad, es la pereza que se ha extendido a todas las disciplinas de mi vida. Otra es que, a pesar de la primera razón planteada, he tenido trabajo y las responsabilidades que conlleva, tanto en el despacho de diseño como en los deberes escolapios, que a duras penas he librado y -puede ponerse en tela de juicio-, cumplido. Otra, es culpa del festival de cine, maldito festival que se adueñó de mis noches por una semana y me dejó con algunos agradables descubrimientos, exceso de cafeína en la sangre y un tierno cosquilleo por realizar un documental -sí, también a mí ya me da por mamonear-. Y la última razón, tal vez el único pretexto valido, es que nadie me visita, nadie me lee y realmente el cese de funciones de este espacio no afecta absolutamente a nadie. Así que tengo el derecho a desaparecer cuanto quiera puesto que soy mi principal espectador, y, como tal, decisivo.
No obstante vuelvo, como siempre, sin nada sustentable, provechoso que decir, ni proponer, ni que externar, salvo neurosis concentrada en caracteres y un encomiable despliegue de ingenuidad sobre lo que significa escribir y dedicarse a eso -exprimirse el cerebro por no contar a pesar de que alguien lea-. No obstante, vuelvo.

1 comentario:

Dekstller dijo...

en pie de lucha!!