11/10/2005

Termino de ver Canciones del Segundo Piso, largometraje de un sueco. ¿Me gusta? Me satisface, pienso, me emociona. Apago el dvd. En vh1, todavía en la tv, un video de Aphex Twin, un video de Cunningham, comienza a seducirme. Termina. Pienso: ¿Me gusta? Me satisface, me emociona. Sospecho. ¿Hay algo en común entre los dos últimos trabajos que han pasado por mis ojos? Los unifica, quizá, el tono frío de la fotografía; o, puede ser, su inconexo extrañamiento de la realidad. Pienso: Uno, el videoclip de Cunningham, bien podría ser un experimento de cortometraje, acompañado, incluso ambientado, por una canción de Aphex Twin. El otro, el largometraje de Andersson, bien podría ser un largo videoclip que ilustra, incluso acompaña a un poema de César Vallejo. Después de todo, pienso, los dos audiovisuales han sido captados en película de 35 mm, revelados y posteriormente editados en casi los mismos procesos. Son hermanos, pienso, ¿hijos de quien? En uno, una televisión engendra un andrógino; en otro, un hombre avienta réplicas de Cristo a un tiradero. En uno, niñas, de adulto y mismo y adusto rostro, corren por callejones al borde de la histeria y destruyen lo que ven a su paso; en otro, hombres que, mientras se flagelan y lamentan, caminan a través de un embotellamiento estresante. Aparece el leit motiv en el aire y se impregna en mi frente pero no lo reconozco. Me doy cuenta que llevo media hora frente a la tv tratando de reconocerle y de pronto aparece, nítida, pidiéndome otro tequila, Paulina Rubio; así que apago todo y me voy a la cama.

Los estribillos -el de Vallejo y el de Aphex Twin-, se posan como un cuervo sobre mi pensamiento. No puedo dormir. El leit motiv -que presiento son el mismo-, se encuentra en los estribillos, pienso, me fastidio, sudo un poco. Cambio el lado de la almohada. El nuevo frío me ayuda a que se atraviese un colibrí de mi infancia, luego nuevas aves, alguna mujer, un rostro bello, una cabellera ondeando en su aire manzanilla. Es inútil, el cuervo se sacude y sus plumas opacan mi ensueño; el cuervo es el leit motiv y su aleteo los estribillos: Bienaventurado el que se sienta. I want to eat your soul. Bienaventurado el que se sienta. I want to eat your soul. Bienaventurado el que se sienta. I want to eat your soul. Dame otro tequila, para olvidarme de tu amor. Carajo, el cuervo ha volado; se me ha ido, estuve a punto, en mis manos estaba, pude haberlo enjaulado, jadeo, pude haberlo atrapado, ha salido por la ventana, casi siento el viento de su último aleteo. Tomo mi bat dispuesto a darle de coraje en el estómago, si no al cuervo, pienso, al primero que se aparezca por el dintel de mi puerta. Ah, grito; ah, suspiro. Dejo el bat y vuelvo a la cama. Si no fueran las tres de la mañana lo haría, supongo, tal vez lo buscaría si no fuera tan tarde. Escucho mi respiración, las sabanas refrescan mi cuerpo, mi cara se relaja, babeo.

1 comentario:

ira dijo...

Quoth the raven, 'Nevermore'.

A mí en cambio me parece que los estribillos de Vallejo y de Aphex Twin se parecen a tu leit motif, lo cual me da mucho gusto.

Besos.