tag:blogger.com,1999:blog-80572982024-03-23T11:28:02.095-07:00Eso me recuerda que debo irmeel andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.comBlogger165125tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-87230970449042276292007-01-22T18:04:00.000-08:002007-01-22T18:09:34.382-08:00<a href="http://andreibloguea.wordpress.com">este blog se cambió de sitio</a> <span class="" style="display: block;" id="formatbar_CreateLink" title="Vínculo" onmouseover="ButtonHoverOn(this);" onmouseout="ButtonHoverOff(this);" onmouseup="" onmousedown="CheckFormatting(event);FormatbarButton('richeditorframe', this, 8);ButtonMouseDown(this);"></span>el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-59258967007492038982007-01-10T14:18:00.000-08:002007-01-11T16:57:43.158-08:00Y me fuiPues sí, sí me fui. No soporto las ganas de volver a escribir en mi blog; ¿cómo puedo volver si ya dije que me fui? A este blog ya no. Habla mi tristeza.<br />Este blog surgió a sugerencia urgente de una amiga por leerme; quizá le pareció interesante lo que tenía que decirle al mundo, quizá no. Empecé a crear entradas; ejercicios de estilo, poemas que nadie jamás publicaría, jugo de un cerebro verde. En fin, no tenía sentido. No sabía quién podría leerlo y estuvo a punto de desaparecer.<br />Un día ese sin-sentido cobró sentido, todo. Apareció un hilo conductor; llamémosle, mmm, llamémosle: «la incógnita». Poco a poco, post tras post, ese hilo aparecía, unificaba cada entrada con la anterior sin sentido aparente, pues provenían de la misma fuerza, del mismo impulso; ese impulso era un incógnita: el motor de este blog, de la creación del personaje principal y tema, o sea: yo. A través de las líneas de mis textos traté de descfirar la incógnita, la única forma de descubrirla era escribir, y la forma de escribir era para descubrirla. Los ejercicios de estilo se convirtieron en guiños, mis anécdotas se convirtieron en susurros, mis inventos en abrazos, mis opiniones en palmaditas en la espalda, mis alucinaciones se convirtieron en besos a lo desconocido, a lo irreal, a la incógnita. La incógnita es el equivalente a todo, es el resultado de toda ecuación en este blog. Este blog se convirtió en un templo a lo desconocido, y cada texto era una ofrenda, un paso hacia la iluminación. Sin embargo, cada paso hacia la iluminación, en realidad, era un paso a las tinieblas, en el sentido plástico del término, a la bóveda, pues, por más encantador que fuera, por más luz que le diera al objetivo, por más sustancioso que fuera el contraste, tinieblas, al fin y al cabo tinieblas. La incógnita seguirá siendo incógnita. Mi entusiasmo tendrá que mudarse de obsesesión, como lo dije otras veces. Habla mi tristeza. Quizás la incógnita está en otra parte. Entre mis líneas tendrá que aparacer, de lo desconocido tendrá que surgir de nuevo la armonía, la unidad. Este blog ya no tiene sentido. Es decir, este texto no tiene sentido. Es decir, nunca nada ha tenido sentido. De paso diría: éste es el peor texto que he escrito. Algo me arde: <a href="http://andreibloguea.wordpress.com/">Fuga.</a>el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1167445674756812662006-12-29T18:27:00.000-08:002006-12-29T18:27:54.766-08:00y me fuiel andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1167420024729167082006-12-29T11:13:00.001-08:002006-12-29T14:32:01.836-08:00Parece que fue ayer. El primero de enero, como a las 10 de la mañana, ebrios, Chendo y yo salimos de casa del Jose. Chendo, en un idioma extraño, se ofreció a llevarme hasta mi casa; accedí. Una vez adentro, dormité con tranquilidad. Empecé a soñar con la luz de una vela que se balanceaba, danzaba con holganza, se alzaba hacia mí, me abrazaba, y ondulante se volvía, mientras bailaba, en la luz del sol, se expandía por todo mi campo de visión, hasta que, a través de mi párpados, se convirtió en el parabrisas, unas palmeras, cables, y un camión a toda máquina hacia nosotros, que veníamos en su carril; su claxón, claxón de camión, me sacó del ensueño. ¡Chendo!, grité. Él, que venía dormido, se espantó y dio un volantazo hacia la izquierda, nos subimos a la banqueta a madrazos y el camión pudo esquivarnos, claro, mentándonos la madre. Volvimos a nuestro carril, la luz del sol, a través de mis párpados, se convirtió de nuevo en una vela, y su danza, de nuevo me atrapó. Desperté a las 4 de la tarde y recordé el suceso; le marqué de inmediato a Chendo: Chendo, ¿cómo estás?, dije. Él: bien, todavía medio pedo. Qué alivio, pensé. Gracias por traerme, dijo Chendo. ¿Qué? Sí, me trajiste, estacionaste el coche y te fuiste a tu casa caminando, ¿no? ¿Lo sabes o lo supones?, pregunté. No sé, dijo él, no me acuerdo bien, ¿tú? No, pues yo tampoco recuerdo, dije. Colgamos con la duda, y cada quien con la suposición más placentera en la conciencia. <br />Así inició mi 2006, año, dentro de lo que cabe, fascinante; lleno de emociones: unas contenidas, otras expresas; la mayoría contenidas, mierda.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1166643430226931392006-12-20T11:19:00.000-08:002006-12-21T09:16:31.190-08:00¿Qué hora es mamá? Las 9 y media, grita. Mierda, grito yo, tengo que estar a las 10 en el centro. Tengo mi desayuno con exnovia, con primer amor en serio. Salgo medio crudo de la casa, corro hasta la esquina, agarro un taxi, y adentro, sudando, visualizo: llego al restaurante, la veo, la beso y le digo: hola, de lo que te has perdido, maldita. No, mejor no: llego, la veo sentada con aspecto triste, me ve, se levanta y me dice: hola, ¿cómo estás?; y yo: estoy hecho un chingón, ahorrémonos eso y besémonos. No, mejor: llego, me siento a su lado, y ella: hola Andrei, gracias por invitarme a desayunar; y yo: hola exnovia, gracias por partirme el corazón, mira nomás, quién iba a decir que es lo mejor que alguien ha hecho por mí. Mucho mejor. Oaxaca es una ciudad pequeña, no da tiempo para muchas reflexiones: llego, bajo, pago, entro con el pecho inflado y una postura seudo militar, la veo de espaldas, qué bien, pienso, me acerco, la saludo y voltea: Hola Andrei, qué gusto verte. Mi cuerpo vuelve a su postura natural, la beso: Hola, qué guapa estás. Nos sentamos. Es el ejercicio, me dice, me convertí en bailarina, ¿sabías? No, no lo sabía. Sí, siempre fue mi sueño, más o menos desde que te fuiste regresé al ballet y a danza contemporánea. No me acordaba que ese fuera tu sueño, le digo, te ha sentado muy bien. ¿Y tú?, ¿qué haces?, ya me imagino, me dice: has de ser toda una joven promesa oaxaqueña en la capital. Ah, pues trabajo. ¿Y qué haces? Diseño. Qué emocionante. Pues no, no mucho, de hecho ahora lo siento tedioso. Pero seguro perteneces al glamour y estás siempre en fiestas y ganando concursos y dinero y en inauguraciones y todo eso. Pues no, algo, poquito. Bueno, eso no importa, lo importante es lo que tu quieres: ¿qué es lo que quieres? Eso: glamour, fiestas, concursos, inauguraciones. Ríe ella. Es en serio, le digo. Pues bueno, lo estás construyendo, ¿no? ¿Cómo puedo saberlo? Pues no sé, me dice, este año cómo lo recordarás, de qué te sentirás orgulloso. Déjame pensar, le digo, pienso y respondó: casi termino La Montaña Mágica de Thomas Mann. ¿Ese es tu mejor logro? Pues de eso me siento orgulloso. No te imaginaba tan básico a estas alturas de la vida. Es que no has leído a Mann, le digo, ¿cómo me imaginabas, entonces? Pues no sé: tú hablabas, soñabas, y yo escuchaba y ahora que veníamos a desayunar estaba segura que ibas a estar sonriente, realizado, se supone que te fuiste al de efe a triunfar. ¿Y qué significa triunfar? Para mí triunfar es poder bailar y tener mi negocio, pero para ti, según te recuerdo, todo soberbio por cierto, era algo más grande y absurdo, tenías ideas raras de reconocimiento, querías lograr lo que Klein, que te aplaudieran por tirarte al suelo o su equivalente. ¿Ah, sí? No lo tengo claro, me dice, el caso es que querías realizar sueños extraños, burlarte mientras eras reconocido. ¿En serio? Sí, yo veo que no estás bien en función de cómo te dejé, te veo desilusionado, triste. ¿No estoy bien en función de qué? A los 18 años eras una persona más interesante, ahora parece que respondes por responder, sin pensar en lo que estoy diciendo. ¿En serio? Ríe ella y luego dice: nunca imaginé, tú, Andrei, que algún día me dirías que lo que haces es tedioso, tú siempre estabas entusiasmado con lo tuyo. Es cierto. ¿Y entonces? No sé, el trabajo es el trabajo. ¿Sabes?, me dice, en esencia eres el mismo, ahora lo veo, eres inseguro; puedo apostar a que te va bien, y aún así estás deprimido e insatisfecho. Respondo: hace dos o tres años grabaron un guión a medias mío y le fue muy bien, no puedo decir que no me han publicado, la verdad, tengo varios cuentos, a algún tipo de gente le gustan, y en diseño gané cositas, me empezó a ir bien, gano dinero y ahora me alcanza para vivir solo en una casa sin puertas que tiene una escalera para subir y luego bajar. ¿Qué? Que no me ha ido tan mal, le digo, es la verdad. Suena muy bien, ¿ya ves?, ¿por qué estás triste?. ¿Estoy triste? ¡Sí!, qué piensas hacer para no seguir en ese tedio. ¿Quieres que renuncie? Pues no precisamente, pero lo tienes que resolver, ¿vas a dejar que pase el tiempo de esa forma sobre ti, con tedio?, ¿qué proyectos tienes en mente? Muchos, soy un chingón. Pues hazlos. ¿Cómo? Hazlos. Pues sí, pero ¿cómo? Hazlos, cuéntamelos. Terminar de leer La Montaña Mágica, al menos. Ríe ella. ¿Qué van a pedir?, pregunta el mesero. Los dos vemos la carta. Para mí es ilegible, no entiendo nada, no veo nada en la carta, no veo nada en el camino. Mientras ella pide, imagino la montaña mágica detrás de ella con un sin número de obstáculos y hasta arriba, desenfocada, lleno de bruma, nada claro, una bandera que dice: de aquí se lanzó Klein; abajo, yo, bastante nítido, con la carta desplegada: menú del día: diseñador con tedio y ansiedad, bañado en salsa de inspiración y nostalgia. Yo unas enfrijoladas con tasajo, digo, por favor. Se va el mesero. Supongo que protagonizo la novela de mi propia montaña, aunque no mágica, la novela de ese recorrido, esa que narra los obstáculos que apenas distingo, la novela que desde arriba de la montaña, algún día, vislumbraré: la novela de un oaxaqueño en el de efe que trabaja en su oficina, como diseñador gráfico, mientras sueña con escribir a partir de lo ya escrito, un diseñador que regresa a su casa sin puertas con escalera que sirve para subir y luego bajar, que imagina ideas de otros a través de sus obsesiones, ideas que vuelan y él atrapa con alucinaciones y alusiones y traumas anotadas, y que se prepara cafés como si estos lo inspiraran y le sirvieran para vislumbrar la creación que le otorgue el reconocimiento, al menos, de su primer amor en serio y que, precisamente, para lograrlo, se trata ni más ni menos que de ser feliz, de sentirse satisfecho con su creación. ¿Entonces?, pregunta ella. Pues sí tengo ideas, le digo, a veces pienso que no tienen razón de ser y aún así, me empeño en darles vueltas. Es que sí tienen razón de ser, dice ella, son tus imaginerías, ¿qué seríamos sin ellas?, y ella misma se responde: seríamos exactamente iguales. Silencio. No sabes lo contundente de tu frase, le digo, me has dejado atónito, ¿sabes?, ahora que lo pienso: lo único que sigue sobre la marcha, sin trabas, es mi blog. Ahí está, dice ella. Le tengo mucho cariño. Claro, ¿de qué se trata? El tema soy yo, yo distorsionado por algunas licencias literarias, le digo, tú aparecerás distorsionada, este desayuno tiene que estar, sin duda, distorsinado para darle fuerza a algunas ideas que quiero transmitir, será la conversación más larga de mi blog. Qué orgullo, dice ella, lo visitaré y, en alguna medida, no volveré a ser la misma, ¿ves? Claro, le digo, ahora está un poco en línea con el conflicto de Oaxaca, pero pretendo ser un poco más universal, ya lo leerás. Oye, es cierto, ¿cómo ves todo esto de Oaxaca?, me dice, he leído a tu papá por cierto, estoy muy de acuerdo con él. Lo siento, le digo, veo que ya no seguimos la acción de mi trama personal ni descripción de ningún personaje, supongo que en este momento tendría que cortar el relato. ¿Pues qué quieres?, me dice, ¿que hablemos de ti en todo el desayuno?el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1166469780952962662006-12-18T11:22:00.000-08:002006-12-20T17:21:50.016-08:00El olvido es una forma profunda del recuerdo, recuerdo que leí de Borges en ese libro que ahora olvido, y es el epígrafe del post que estará arriba, el post que viene en camino, el camino hacia el olvido.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1166155158646766492006-12-14T18:02:00.000-08:002006-12-15T20:49:45.770-08:00En algún café de Oaxaca, en algún baño. Leía sentado en el excusado, pues tres cafés me habían obligado, concentrado, el Diario de Gombrowicz, cuando de pronto se abre la puerta y se asoma un PFP. Me asusto, se perturba: nos miramos a los ojos. Su condición de policía sorprendió hasta tal punto mi condición humana, tan tenso fue el momento en que nuestras miradas se cruzaron, que me sentí confundido en tanto que hombre, es decir, en tanto que miembro de mi género, del género humano. Sentimiento extraño, que experimentaba probablemente por primera vez: la vergüenza del hombre frente al PFP. Le permití que me mirara, lo cual nos hizo iguales, yo también me convertí en policía, pero un policía extraño, hasta diría que lícito. Fingí naturalidad y reanudé mi lectura interrumpida, en la página 366, pero me sentía incómodo, en medio de una ciudad sitiada que me asediaba por todas partes, y que de alguna manera, me contemplaba. Perdón, dijo el PFP apenado conmigo, con el baño, con la ciudad, con el mundo, con su condición de policía; y cerró la puerta.<br /><br /><strong>_____________________________________________________________________________</strong><br /><br />De curioso sobre el librero del estudio, en casa de mis papás, encuentro un libro alemán con tapas blancas. El título: Poetas Chilenos Luchan Contra el Fascismo; año: 1977. Hace un par de días murió Pinochet; hojeo, pues, el libro, y no puedo evitar conmoverme, la tortura, la libertad, el futuro, los hombres y lo absurdo del tiempo. Ganas de llorar me aprietan el cuerpo, el cuerpo de un melodrámatico. Una constante: exiliados. Otra: esperan vivir lo suficente para contemplar la justicia social en latinoamérica, la independencia, ver derrocado el yugo de los yanquis. Otra constante: casi todos han muerto. Nombres: obvio: Neruda; pero también Jara, múltiples anónimos, Alegría, Coppola, Embry, Macías, Rokha, Gonzalo Rojas, y una importante camada, dice el prólogo, de nuevos poetas, los formadores del nuevo mundo poético chileno. Les dejo el poema de un, en ese entonces, joven entusiasta que tendría apenas, al momento de la publicación, 24 años:<br /><br />Carta<br /><br />Una ciudad llena de muros.<br />Santiago es triste al atardecer.<br />En el aire flotan incertidumbres.<br />Todo se pone difícil.<br />Pasa la patrulla,<br />los almacenes cierran temprano.<br />En la noche las farmacias<br />huelen a cuartel.<br /><br />Otro día<br />y los niños van a la escuela<br />para volver llorando<br />impresionantes cadáveres<br />pegados a sus ojos.<br /><br />Roberto Bolaño<br /><br /><br /><strong>_____________________________________________________________________________</strong><br /><br /><br /><br />No es mezcal lo que me emborracha, es nostalgia. <br /><br /><br /><strong>_____________________________________________________________________________</strong><br /><br /><br /><br />Mañana: desayuno con ex-novia, con primer amor en serio. Después de años de rencor, de mi parte, y a pesar de haberla perdonado hace tiempo, por fin sostendremos una conversación sin rebabas y a solas; una charla entre desconocidos.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1165998266028261532006-12-13T00:23:00.000-08:002006-12-15T20:56:24.376-08:00Acabo de cometer la pendejada más grande del año y me arrepiento. Fuera de eso, algo dentro de mi cabeza está a punto de cuajar: quizá sea autodestructivo, quizá clarificador. Mis propósitos de año nuevo serán muy distintos, ahora veo, de lo que yo proyectaba hace una semana. ¿Qué ha pasado? Nada.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1165998232654122052006-12-13T00:16:00.000-08:002006-12-14T20:24:41.143-08:00Oaxaca en silencio; el amanecer es más plástico e inspirador que nunca. La cacería está que arde; los ulisistas, cual perros, olfatean, persiguen, atrapan; cual perros, señalan sin juzgar, con odio, a diestra y siniestra: amordazan. Si estás en contra de Ulises, mejor conviene hablar en voz baja y con gente de confianza. Si estuviste en una barricada o les diste de comer: escóndete, o reza porque no tengan una fotografía tuya. Si marchaste: preocúpate. Si has matado a un reportero independiente, habitante del mundo: no te preocupes, eres libre. Si eres joven empleado del PRI y te infiltraste en la parte extrema de la APPO: ¡menos!: cumpliste tu misión al quemar edificios estratégicos, el gobierno te cubre. Si lo hiciste, quemaste, pero no eres infiltrado: verás a tus padres ir a verte a Nayarit o a Tamaulipas.<br />El antiulisismo sube. La conspiración es cada vez más efusiva. Los lazos: sonrisas a escondidas. Complicidad. ¿Sabes dónde está fulano? ¿Equis tiene orden de aprehensión? ¿Oiga doctora, y la doctora equis, escondida? Gente que ha tomado confianza en su conciencia. Gente honorable que no lo es sólo por hoy, por lo que dice, vándalos que no los son sólo por serlo.<br />El ulisismo, de por sí petulante, ahora se ufana: indigna. La estupidez crece y se contagia, sí: la estupidez crece y se contagia. La persecución se extralimita. Frustración colectiva: es insoportable que los corruptos triunfen. ¿Ya ven perros, qué pasa por estar en contra de los meros meros? ¿A ver? ¿Qué delito ha cometido Ulises, qué pueden comporbarle? Los lazos por conveniencia se fortalecen, aparentemente; qué pena me da esa gente.<br />Desaparecidos, escuchen: desaparecidas y desaparecidos. Señoras encarceladas. Niños golpeados; torturas; derechos humanos pasados por la entrepierna, mientras alguien se ríe. Policías y sus delitos, y su ley, y su impunidad. Un nuevo gobierno federal que confunde lucha con crimen, que le declara la guerra a la inconformidad, a la división casi natural; cuyo lindero entre el cumplimiento de sus leyes y el hoy extinto, se difumina.<br />Si Ulises permanece, será una señal muy clara. Esto se consume, nos consumimos. El freno parecía factible, parece. El combustible, es decir, el gobierno, parecía en crisis, sin embargo, en la antesala de las llamas, hoy lo sostienen amaparado en las leyes que son queroseno, en las instituciones, que son mecha; lo legitimizan, le otrogan la cabeza, que son un chingo de cabezas, le entregan la energía, la voluntad de un pueblo: al terco. Y parece, huele a que nos consumiremos. Sólo quedan ganas de escupirle al tiempo.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1165287655930715402006-12-04T18:23:00.000-08:002006-12-04T19:39:50.730-08:00Domingo, crudo, en la mañana. Es bueno tomar whisky. Tengo mucho trabajo, tengo trabajo. ¿Ir a la oficina? Doy vueltas y vueltas por el departamento. Como. Veo futbol. Hablo con mi familia en Oaxaca. Salgo a caminar. Cruzo una calle, dos, tres cuatro. Me detiene un semáforo. Pienso un minuto en las ideas de anoche. Muñeco verde. Cruzo otra calle, otra, otra otra, otra. ¿Oficina? Pienso en ir a la oficina y me inmovilizo. ¿Cine? No, creo que no. Entro a un café, compro un café, salgo, me detengo, sorbo al café. Hace frío. Pienso en ir a la oficina, pienso, pienso, pienso en otra parte, en huir, recuerdo mi saldo, siento calor en el estómago. Después de un minuto detenido, congelado, camino hacia mi casa, me han dado ganas de leer, de escribir lo que platiqué ayer en la noche. Tengo ganas de escribir. Corro. Quiero escribir. Corro, corro, corro. Entro a mi casa, el entusiasmo se esfuma. Camino, camino, doy vueltas adentro de mi casa. Subo la escalera que sirve para subir y luego bajar, pero arriba permanezco. Quiero hablar por teléfono. Agarro el diario de Gombrowicz. Me alivia, me distrae, diatribas y más diatribas. Coincidencia. Gombrowicz también está leyendo La Montaña Mágica de Mann y, qué raro, le parece buena, me hubiera dolido que le pareciera mala. Me emociono, siento algo raro en el pecho. Bajo de la escalera, busco La Montaña que he dejado un poco olvidada, la retmo con alegría, ¿en dónde me quedé?: Clawdia no ha vuelto, pero Castorp permanece enfermo y, enfermo, se inmiscuye en una confusa discusión entre Settembrini y Naphta sobre el ser humano o lo contrario. ¿De qué hablan? ¿Qué argumentan? ¿Cuáles son realmente sus ideas? La conversación es apasionada, dura veinte, treinta páginas; Naphta y Settembirini son elocuentes, yo no les entiendo nada, suena tan bien todo, pero no capto nada concreto. Es una de las discusiones más verosímiles que he leído. Castorp se anima a esquiar. Comienzo a aburrirme. Quiero hablar por teléfono. Se me ocurre escribir algo para mi blog. Abro el blog de Pitol (El Arte de la Fuga) para inspirarme, leo: notas sobre Thomas Mann. Pitol comienza a hablar de la Montaña Mágica. Coincidencia: de los novecientos episodios de La Montaña, justo apunta, Pitol, acerca de la discusión que, sobre la nieve y frente a Castorp, lidian Settembrini y Naphta. Mann, dice Pitol, nos evidencia: todos nuestros argumentos posibles, adolescen; cada discución que no es frente al vacío, es hueca y pretende. Tanto uno como el otro tiene razón hasta cierto punto, es decir, en el siglo veinte, nadie tiene razón y a la vez todos la tenemos. Eso he creído leer pero en realidad, mis propias ideas, no han dejado que me concentre, todas las palabras parecen ornamente, sigo el camino renglón por renglón, pero es mi pensamiento el que leo, las ideas de Pitol, repito, manchas, ornamento: siglo, fuerza, humanismo, carne, tomismo, dios, catolicismo, satán, determinismo, conjeturas, nieve, Gombrowicz, ¿Gombrowicz?, pierdo la atención a mis ideas y comienzo a concentrarme en el texto de Pitol: cita a su madre, la de Gombrowicz, y a su diario, el de Gombrowicz, en donde habla de Mann y La Montaña. Me mareo. Veo a Gombrowicz leyendo a Mann mientras este se le acerca y, al tiempo que se saludan, Pitol recuerda a Gombrowicz y lo ve donde yo lo veo, hablando con Mann, Gombrowicz ve a Pitol y lo invita a discutir sobre La Montaña, ahora que están al lado del autor. Oh, no, me apena, dice Mann, no los conozco, qué pena. Pitol: por favor, al menos sobre la discusión eterna entre Naphta y Settembrini. No, no, no, dice el buen Gombro, habla de la forma. No, dice Mann, ya sé, un dato personal: cuando escribía esa novela, La Montaña, era un fanático del diario de Kafka, no lo soltaba. Coincidencia, exclama Gombro, justo ahora lo leo, mientras escribo mi diario. Coincdencia, exclama entre carcajadas Pitol, justo ahora leo yo el diario de Mann y conozco ese dato, mientras te traduzco, Gombro, cuando lees el diario de Kafka. Y La Montaña, agrega Gombrowicz. Ríen todos, chocan sus vasos de whisky imaginario. Me mareo. De la penumbra aparece una figura. Oh, pero qué veo, dice Mann. Así es, susurra la sombra, soy yo, acá me tienen, ¿quieren hablar sobre las contradicciones del siglo veinte? Sale de la sombra: K. Lo veo, lo ven, los veo verlo, me mareo. Corro hacia el excusado: vomito, vomito, vomito. Mi cabeza, fría, duele y tiembla. Vomito de nuevo. Me levanto, sirvo un poco de agua dentro de un vaso, lo tomo y tomo. Me siento insignificante. La realidad es abrumadora, y yo, pequeño<a href=http://andreiesquiennarra.blogspot.com/>.</a> Agarro mi mochila, salgo de mi casa, corro, corro hacia la oficina, a esconderme entre tanto trabajo.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1164921225909252092006-11-30T13:12:00.000-08:002006-11-30T13:13:45.923-08:00¿En serio se sienten apenados? A mí me da pena voltear y ver a nuestro país. Nuestro congreso no me da pena ni vergüenza. En verdad que me da risa, me carcajeo como nunca. ¿No? ¿Sólo a mí me parece jocoso el absurdo? Hay que tomarse en serio los problemas reales, no los viejos protocolos.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1164726696276610072006-11-28T06:37:00.000-08:002006-11-28T12:51:23.510-08:00Pobres de mis amigos: nuestras conversaciones son predecibles: mis tres temas recurrentes, en realidad son uno solo: yo. Aunque el mayor de esos temas recurrentes se ha convertido en una simulación para practicar, de mi parte, mecanismos narrativos, no escritos, hablados, que se sitúan en el presente histórico y sobre todo en el ingenuo postpretérito, que a mí me sirve como eso: como simulación del futuro, qué tierno. ¿Tiene éxito ese tema?: por meses la gente cercana ha estado al tanto, me llaman para obtener su nuevo capítulo y hasta hacen comentarios. Quizá sea la emoción con la que abordo ese tema recurrente, o porque me apasiona hablar de ello, o porque le da sentido a la vida cotidiana, o porque les preocupa mi grado de delirio. Por debajo de este blog esos tres temas, valga el lugar común, se han entretejido, se han cruzado, volteado a ver, se han abrazado, sumado y multiplicado; detrás de las comas estoy yo y mis tres obsesiones, que en realidad son veintisiete entre nueve. Todo eso es un pretexto para algo, fluye por un cauce, escurre hacia un sentido. ¿Cómo? Hace poco alguien me vio releyendo mis previous posts, nunca nadie me había visto dentro del blog; tuve que confesar mi obsesión por releerme, por cambiar de lugar las comas y luego volverlas a poner; me miró asombrado y luego dijo o no dijo: un reflejo de tu obsesión contigo mismo. Pensé en eso toda la tarde. Me releo porque me recuerdo, porque me creo que creo y entonces creo: me invento. Mis textos están dirigidos a alguien, a mi lector ideal, quien quiera que sea, y por eso cada coma me preocupa, cada idea; por eso de este blog chorrean mis tres temas recurrentes, si se le pone atención; parecida a la razón por la que cada quien camina como camina y habla como habla. Vuelvo a la reflexión inicial. Presiento que mis amigos esperan un nuevo tema de conversación, conozco a mi público, lo intuyo. Y al mismo tiempo me siento tentado a borrar todo esto: a escribir desde otra parte; las dos intenciones son bastante parecidas, quizá sean la misma. Entiendo: me he vuelto aburrido.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1164658362316950142006-11-27T12:12:00.000-08:002006-11-27T12:16:33.896-08:00<a href=http://www.globalorgasm.org/>¿Dónde vas a estar el 22 de diciembre? </a>el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1163925068388363582006-11-19T00:02:00.000-08:002006-11-21T15:51:25.633-08:00Amanezco con líneas ya escritas en la mente, con palabras, con comas previamente acomodadas. Despierto en mi cama de niño, prendo la computadora, busco una foto, la encuentro y la veo, me inspira, abro el word y escribo. Oaxaca no está en calma, está triste, aletargada. Me preocupa. Ayer que bajé del autobús noté su alma apagada. La gente está ahí, en la terminal, arriba de los taxis, adentro de los negocios, camina por las calles, con su carne, sus huesos y sus voces, pero ausentes, despojados de algo, heridos de alguna parte invisible; todos, esos y aquellos, y los de en medio. Oaxaca pide a gritos una purga, no se contiene, y sin embargo, la contienen; pide arder, es la verdad, pide arder, pide resurigir de las cenizas, y, en la aparente calma, se siente frustrada; toda: esa y aquella, y lo de en medio. En el autobús, ayer, desde el cerro del fortín, vi a la misma Oaxaca de siempre, inamovible, bella, verdadera. No obstante el aire es distinto, denso, sus colores opacos, sus rostros asombrados. Veo de nuevo la foto que abrí, me levanto a servirme una taza de café y vuelvo, a escribir. Me siento lejos de Oaxaca, igual que cuando era niño, la siento distante, indiferente. Si después de este caos todo vuelve al mismo lugar, nada estará en su sitio, Oaxaca estará incómoda, forzada, estresada. Los lunes serán cada vez más insoportables, y el domingo, más agonizante. Cada grito será contenido en el pecho, cada golpe no dado: calor concentrado en el cuerpo, cada rabia: un apretón de dientes. La aparente calma la destruye por dentro. Esa sonrisa fingida que se empeñan en sostenerle, podría crearle una parálisis facial, o péor aún: cáncer. Cierro el word, bebo café, aclaro mi garganta, veo de nuevo la foto: es un graffiti, una barda de tantas en el DF del año 2000. Es horrible; la tomé porque quería guardar el momento, recuerdo: Acababa de salir de Oaxaca y en mi universo adolescente el graffiti significaba mi armonía con el mundo, con el presente, con el aquí y ahora en todas partes al unísono; y ese graffiti, el de la foto, cuando me lo encontré, me miró y me dijo: bienvenido al resto de tus días, no hay marcha atrás.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1163922200276460662006-11-18T23:33:00.000-08:002006-11-19T07:01:52.623-08:00Hoy, dentro del autobús. 7 horas de trayecto hacia Oaxaca. Me abordaron tantas ideas, mientras veía por la ventanilla, que me sentí verdaderamente un genio [¿Contra quién compito? Contra mí, quisiera creer.], saqué mi libreta y apunté todo antes de que se me olvidara, [esa revista, obra maestra, la novela que no es novela, la que sí lo es, ese cuento que son muchos, los muchos que son Oaxaca, ese otro con aguda dedicatoria, y el otro, y el otro que empujará a los moribundos, y el otro que será una luz, y un soporte a esa luz, y un guion para mí, y el juego de azar y el microdocumental y la obra de teatro sin tiempo, y ella y ella: el poema] y, mientras apuntaba, las ideas crecían y chorreaban, escurrían por el lápiz, incontrolables, geniales, arrogantes; abrumador, euforia, satisfacción: la cabeza sudada de un hombre enmarcada en una ventanilla a 90 km/h detrás de esta montaña, detrás de ésta otra, detrás de esa y la de allá; el espíritu contrito. Oaxaca estaba cerca, en la tierra; Andrei, en su esfera, dentro del humo que le mutila las manos, y las piernas.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162833957344808702006-11-06T09:06:00.000-08:002006-11-06T14:27:48.130-08:00Este post no está terminado: ¿Y qué chingaos?, de todas formas lo publico; he dicho otras veces: debemos comenzar a apreciar los fragmentos incompletos, las versiones por encima del producto final:<br /><br />Soñé que entrábamos a una galería en ruinas y, a juzgar por tu rostro ansioso, me mirabas esperando a que me gustara. Dentro de la galería, en vez de admirar una pared llena de cuadros cuadrados, en completa oscuridad vimos una multitud de personas, de pronto, como función teatral, el primer cuadro se acerca a nosotros, se trata de un señor de barba, aunque nunca haya visto una foto de Gombrowicz, te digo: es Witold Gombrowicz sin playera, trae un pantalón de viejo, es de mañana, estamos en su baño y, al parecer, comienza su día, se enjuaga el rostro con agua imaginaria, nos ve como si fuéramos su espejo, entonces, emocionado, se acerca demasiado a ti, se echa crema de afeitar en todo el rostro, te ve fijamente y saca su navaja, voltea hacia mí, soy su espejo, comienza a rasurarse de arriba abajo con una ilusión enajenante, sus ojos son mis ojos cuando pienso en el futuro, sin embargo, acelera el ritmo de su rasurada, parece poseído, se quita toda la barba y sigue de arriba a abajo, raspa su piel con entusiasmo, empieza a sangrar a chorros, aprieta su mandíbula, me ve con emoción, se rasura el cuello, se corta la yugular, la sangre me salpica y el rasurado Gomrbowicz sangrante vuelve a la multitud. Volteas a verme para ver que me ha parecido y, antes de que pueda abrir la boca, proviene de la multitud un segundo cuadro. Se trata del mismo Gombrowicz, ahora rasurado, que contempla de lejos a una señora toser y toser. La tos me perturba, también al recién rasurado; al resto de la multitud, incluyéndote, les parece de lo más normal, incluso a algunos les provoca risa; no obstante, suena tan angustiante, para mí, la tos, que comienza a atormentarme y, entre más atención le pongo, más fuerte es la tos, las flemas más amarillas se escurren al piso, más se retuerce ella, tose y tose a punto de morir ahogada, como si fuera asmática y tuviera un gato en la garganta, siento ansiedad, impotencia, quiero aliviarla, ayudarla, pero sé que es un cuadro, es ridículo pensar en pasarle un vaso de agua, en eso pienso y se tira al suelo a seguir tosiendo y retorciéndose y, a rastras, vuelve a la multitud empujada por Gombrowicz. El tercer cuadro se nos acerca, soy yo, me acerco a ti, te veo, me alejo, soy yo, me alejo, rodeo mi boca con las manos, estoy a punto de gritar, de mi pecho siento como el otro yo está a punto de gritar, siento el aullido en mi garganta, no quiero soltarlo, el otro yo de lejos me contempla, me espera, sabe que la decisión del grito está en mi garganta, lo suelto, antes de mi voz hay una grieta y por ahí se escapa el grito, el otro yo de lejos, se queda estático, sin poder soltar su emoción, te ve, se aleja, vuelve a la multitud y aplaudes y aplaudo. Como todo sueño, está sujeto a mi interpretación. Desperté y lo relacioné de inmediato con la conversación que tuve, el domingo pasado, con mi padre. Me preguntó cómo me iba en el amor; le contesté. Me aconsejó que dejara de agobiarme tanto por el futuro y que apreciara más el presente, que disfrutara, que diera todo ahora y no recular por el miedo al mañana. Disfruta, me dijo, deja esa pinche ansiedad, si entregas algo, hazlo por ti, y no por esperar algo a cambio, mañana se te devolverá por la misma u otra vía. Más que a mi situación amorosa, esas palabras, me aliviaron a varios niveles, incluyendo mis ganas de escribir. Por pensar en escribir el gran cuento, me quedo en el vacío. Creo que ese primer cuadro del sueño, en cierta forma, me ha propuesto escribirlo, transmitirlo. Lo único que se me ocurre es hacerlo cuento. Me propone crear ahora y no en el futuro, es decir, debo actuar sin pensar en la posibilidad de contradecirme en el mañana. La forma de quitarme esa ansiedad es, supongo, escribiendo. La ansiedad que me provocas es parecida a la de mi ausente obra. Así que me pareció una buena idea comenzar por escribir el sueño, convertirlo en cuento. De inicio suena insensato, sin embargo, se me ocurrió narrar las tres escenas aisladas, tal como las soñé, sin un hilo conductor, sin nosotros en la galería, sin la galería. Pero entonces surgió la pregunta: ¿qué quiero contar con todo esto? ¿Por que pensar siempre en una anécdota? Recordé que precisamente suespendí mis pretensiones de narrador por no haber obtenido la beca. Quizá es momento de abordar de nuevo esas ideas de narrar las variables que afectan el rumbo de un texto. Poner énfasis en el proceso y no en el producto final, como si los cuentos fueran embutidos, chingá. Quizá el problema es ese: que no son cuentos, sobre todo cuando hablo de transmitir emociones con retazos de otros autores. A veces pienso que no me dieron la beca por mis ideas de robar de otros textos. ¿Por qué en la música los sampleos se aprecian con maestría?, ¿de qué privilegios goza la literatura para que yo no pueda meter líneas de otros autores en mis textos, en mis textos? Pero a lo que iba es a que quiero que mi cuento se interprete como a un sueño, sin ser sueño, por asociación de ideas que, al leerse, viaje directamente al inconsciente del lector. Quizás en vez de escribir un cuento de mi sueño lo que quiero es contar la ansiedad por contar cuentos, sin embargo, mi medio para lograrlo, el que se me ocurre, es un cuento derivado de un sueño. Por otra parte, ¿por qué Gombro? Cuando leo al buen Witold Gombrowicz es como si platicara con un amigo que me conoce bien, tal vez, dentro de mi sueño, simboliza mis insensatas aspiraciones, no sé, tal vez porque acababa de leerlo una noche antes. En fin, Gombrowicz es el polaco que fue a Argentina por unos días y, al bajar del barco estalló la guerra y tuvo que permanecer, ahí, en Buenos Aires, como 25 años. Manuel Puig dice en una novela que un asmático no podría vivir en Buenos Aires. En fin, el buen Gombro es el que, al subir al barco que lo llevaría de regreso a su Europa, les gritó a los argentinos: Maten a Borges. Todos quisiéramos decir maten a Borges, pues es sagrado en nuestro canon literario, en nuestra aura latinoamericana, en nuestra idea de aspirantes a europeos, sin embargo yo no podría hacerlo, lo admiro, Pierre Menard y Herbert Quain son cuentos intocables. Witold sí, por eso lo meto en mis sueños, quizá por eso quiero meterlo en mis textos, es el desenfadado que se atreve a romper las convenciones, que actúa para que, al contemplarlo, podamos liberarnos de esos pensamientos distorsionados. Él insulta a Borges para que nosotros no tengamos que hacerlo y podamos guardarlo a salvo en nuestra corazón de lectores, nos desahoga pues. Gombrowicz es mi personaje que iría a Oaxaca a gritar no sólo fuera Ulises Ruiz, gritaría: Maten a Toledo, olvídense de Juárez, es momento de dejar atrás las simulaciones, ¿entienden lo que pasa?, a crear nuevos simulacros, es el momento de despojarse de los escombros y pensar que el futuro es más valioso que el pasado. Otra vez vuelvo a pensar en el futuro, pienso y pienso pero no escribo ese cuento. Hay que actuar ya. Tengo que escribir ese cuento. También influye el hecho de que Oscar haya escrito un buen cuento, me entusiasma, sinceramente, pero en algún nivel me obliga a escribir pues ya no sé si mi forma de pensar es una creación de su ficción o si su forma de ver la ficción es una creación mía; en todo caso, es una especie de alma amiga: a los dos nos aterra tanto parecer decadentes que preferimos ser gente ordinaria con trabajos ordinarios a intentar ser originales; por miedo a parecer decadentes preferimos, espero hablar también por él, nuestra obra ausente. Esa idea de adelantarnos, de pensar en el mañana, nos frena. Como si realmente creyéramos que la literatura tiene un mañana. El otro día, al colmo de aceptar nuestra poca creatividad y nuestra tendencia al plagio, o mejor, a la reproducción, a la reproducción, a la reproducción, y cediendo a nuestro impulso por parecer originales, decidimos crear una banda de rock que se llamara The Beatles, lo único malo es que no conocemos ni una nota musical y además tenemos pésimo ritmo, de modo que esa idea, como tantas otras, volvió al cajón. Tal vez fue nuestra forma de matar a Borges. De nuevo: esa ansiedad ¿Qué se oculta detrás de toda esta ansiedad? Qué tiene que ver la velocidad con el tocino, diríame el buen Gombro levantando su voz de seudo aristócrata. El caso es que Oscar comienza a actuar, a trabajar, y yo, puro pensamiento y nada de práctica. Al cuento. Trato de escribir pero no encuentro la unidad, sé que algo ata a los tres cuadros de la galería, sé que tú me llevaste a ese sueño por alguna razón, algo anda ahí: mi dilema es conocer si el embalaje se suscita en el tiempo, es decir, sucede una cosa y luego otra y los intermedios lo explican todo, o sí los intermedios no existen y entonces el cuento es la asociación de ideas que libremente hace cada lector, en cuyo caso, contaría tantos cuentos como lectores lo leyeran. ¿Cómo darle peso específico a esa idea, desarrollarla y organizarla en un cuento, cuando mi tiempo es el de un diseñador gráfico, un tiempo que nadie respeta? ¿Cómo darle forma con alusiones que no puedo extraer de mí mismo en toda su plenitud? ¿Con líneas copiadas casi textuales al diario del buen Gombro? Me quedo inconfeso, ante ti, y fragmentario, impotente ante el absurdo que me distorsiona.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162495543728842282006-11-02T11:13:00.000-08:002006-11-03T09:19:33.486-08:002 de noviembre de 2006. Cinco señores, es decir, ciudad universitaria de Oaxaca, le habla al mundo. Lo que faltaba. En estos momentos, mientras tecleo, jóvenes oaxaqueños defienden la autonomía de su universidad ante la <a href=http://www.jornada.unam.mx:8080/tv>"paz"</a> que intenta imponer la PFP, mientras estos, la PFP, agreden sin distingo, ni cordura, ni alma, bueno, después de todo son policías. No sé qué digo. Mi solidaridad, desde acá, con ellos, con los universitarios, con mis coetáneos, mis compañeros de primaria, de secundaria, gente que ha pasado por mis ojos. Solidaridad con Radio Universidad. Organización. Si es que mi repudio existe más allá de una simple postura, manifiesto mi repudio a Ulises Ruiz, a la clase priista que a toda costa defiende su modus vivendi, mi repudio a la burocracia agachona y manipulada, mi repudio a sus mercenarios, sus porros y sus abogados. Yo, como alemanes, franceses, españoles, neoyorquinos y uno que otro mexicano, me solidarizo con Oaxaca, protesto contra este avance de la PFP, y pésima decisión de este gobierno, desde siempre, inepto; pido la renuncia de Ulises Ruiz, juicios políticos, y la ubicación de más de 60 desaparecidos. Lástima, las pinzitas de las que se sostiene este país, sufren un macizo martillazo.<br /><br />-------------------------<br /><br />Sr. Smith.- Caimán.<br />Sr. Martin.- Vamos a abofetear a Ulises. <br /><br />Diálogo de La Cantante Calva, 1954, de Eugene Ionesco.<br /><br />-------------------------<br /><br />En Oaxaca, cuando era niño, recuerdo, estos días salía con mis vecinos a las calles a pedir muertos, no halloween, no para mi calaverita, en Oaxaca se piden muertos. Imagino hoy en la noche a una multitud de niños disfrazados, gritando: "Queremos muertos, queremos muertos". Desde la melancolía, pienso que todos esos niños, sin duda, hoy en la noche, comprenderán la diferencia entre lenguaje figurado y lenguaje literal.<br /><br />-------------------------<br /><br />Indignación. La PFP se resguardó en el panteón general de la ciudad de Oaxaca para cubrirse de la resitencia y, para esto, descargó bombas de gas lacrimógeno sobre la gente que, nomás por no romper con la tradición, ahí se encontraba velando a sus muertos. Día de muertos en Oaxaca, cuánta redundancia.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162311508963410492006-10-31T08:17:00.000-08:002006-10-31T08:55:57.110-08:00<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/1600/paris1_ntgrvi.11.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/320/paris1_ntgrvi.11.jpg" border="0" alt="" /></a><br />"A las 18:00 hrs del 30 de octubre cerca de 80 personas [entre ellas <a href=http://osvaldo-chozz.blogspot.com/>el pinche Osvaldo</a>, amigo que se le puede observar al centro de la imagen] se concentraron en Plaza la Iéna a media calle de la embajada de México en Paris, para exigir al gobierno de Vicente Fox que pare la intervención de la PFP en el estado de Oaxaca, que detenga la represión en contra de los miembros de la APPO; se gritaron consignas "Ya cayo, ya cayo, Ulises ya cayó" y el grito más recurrente de los manifestantes fue el de ASESINO, refiriéndose al gobierno de Ulises Ruiz Ortiz solapado por el presidente Vicente Fox. La manifestación estuvo todo el tiempo rodeada por un centenar de polícas anti-disturbios que obligaron a los manifestantes a retirarse de enfrente de la embajada e irse a la plaza antes mencionada.<br />"Después un grupo de manifestantes fueron al edificio del Periódico Libération a hablar con los editores en jefe de éste rotativo para exigir que cambie su línea editorial con respecto a las notas que pública al referirse a los acontecimientos en el estado del sur del país." (La nota fue tomada de indymedia.)el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162236288789653822006-10-30T11:02:00.000-08:002006-10-30T13:51:17.476-08:00Pues ya está: se ha resuelto el problema de Oaxaca, se escucha, ha terminado. Sentimos que, al contrario, el problema es profundo: apenas comienza. ¿Qué puedo hacer yo? Pues sí, escribir, escribir con toda la emoción que contengo en el estómago. <br />Siempre he pensado que los seres humanos somo generosos, que la vida es sobrecogedora y por lo tanto, a pesar de todo, debemos ser felices. A pesar de que el individualismo al extremo es el camino. Que la humanidad avanza hacia la desigualdad total y es irreparable, infrenable, inobstaculizable. Que el mundo global y, al mismo tiempo, egoísta, es infranqueable. Que el ser humano camina hacia la uniformidad de ideas y, paradójicamente, al excluyentismo, en donde el resto de la humanidad no sólo no importa, apesta. A pesar de todo eso, que yo veía irremediable, habría que amanecer con ánimo, pensaba, es la época que nos ha tocado. A pesar de mi ascendencia reflexiva, internacionalista, combativa y social, he sido un cínico. Hoy amanece y me siento distinto. Imagino que sólo han exprimido un barro, la grasa podrida de este mundo enfermo es abominable, hay arterias a punto de taparse; sólo se ha apretado un barro y, entre tantas lonjas, volverá a hacer erupción, ahí mismo o en otras partes. Veo un mundo convalesciente, Oaxaca es un síntoma. Veo formas que caducan, el Estado de Oaxaca es un poco de moho. Carajo, hoy me siento más oaxaqueño que nunca, más ser humano que nunca, y hoy, más que nunca, mi optimismo es insoportable pues, ebrio de ingenuidad, o inocencia, veo que este mundo puede ser diferente.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162157608558145972006-10-29T13:30:00.000-08:002006-10-29T14:57:41.143-08:00<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/1600/Oaxacamadrid1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/320/Oaxacamadrid1.jpg" border="0" alt="" /></a><br />Se trata de un acto en Madrid, hoy, por Oaxaca.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162153629948519102006-10-29T12:23:00.000-08:002006-10-29T13:26:35.716-08:00<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/1600/Home-Oaxa-29oct6chi.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/320/Home-Oaxa-29oct6chi.jpg" border="0" alt="" /></a><br />¡Cuánta tensión!<br />Todo Oaxaca oye en este momento Radio Universidad. <br />Si no fuera por <a href=http://mexico.indymedia.org/tiki-index.php?page=ImcMexico>Indy Media</a> en internet, yo ya me hubiera jalado los pelos. Sigo la entrada de la PFP en vivo, siento escalofríos intensos. Me concentro en visualizar lo que escucho. Siento lagrimas en la garganta, gritos en el estómago, puños tensos en el pecho.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1162153262017990882006-10-29T12:12:00.000-08:002006-10-29T13:16:57.396-08:00<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/1600/Turistas-appo7.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/8176/527/320/Turistas-appo7.jpg" border="0" alt="" /></a><br />29 de octubre de 2006. Oaxaca le habla al mundo.<br />Me despierto. Barro mi casa. No controlo mi ansiedad. Decido caminar, abro la puerta y no hace tanto frío como ayer. Pienso en gritar, no puedo gritar, mi voz se apaga. Salgo a la calle. Cierro la puerta. ¿Retroceder o permanecer? Eso ha de preguntarse la gente en Oaxaca. Camino, pienso, la gente que quiero tiene miedo, está indignada. El pueblo de Oaxaca se siente humillado, resentido, desean darle una lección de resistencia pacífica al mundo. Mi repudio total a la entrada de la fuerza pública en la ciudad de Oaxaca. Mi repudio a Ulises Ruiz y sus abyectos mercenarios, sus provocaciones y su estirpe, causa real de todo esto. Mi repudio total a la política mexicana, a esa especie que ensalsa leyes incoherentes, protocolos anquilosados, falsas ideas de instituciones democráticas; democracia ausente por encima de sangre derramada en la ciudad más bella del mundo. <br /><br />Entro a un café internet. Rodeado de una docena de personas, me siento infinitamente solo. No estoy aquí. En el colmo de la exhibición, asumo mi impotencia ante ustedes. Quizá habría hecho mejor al intentar a toda costa arribar a mi ciudad. Quizá haría mejor en ayudara a la APPO a buscar a Ulises. Quien lea esto en el extranjero, asista a las marchas en contra de nuestro gobierno. ¿Cómo gritarle a Fox que es de la peor de las mierdas? ¿Quién tiene el teléfono de Abascal? Lo único que puedo hacer es mandar mails y escribir en mi pequeño blog. ¿De qué sirve?<br /><br />La rayuela de hoy en la jornada:<br /><br />"Ventajas del puritanismo. Se desgarran las vestiduras ante conductas sexuales heterodoxas, pero consideran éticamente intachable el sostener a mandatarios matones."el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1161966064571322852006-10-27T09:17:00.000-07:002006-10-28T11:07:27.750-07:00Hoy en la noche iba hacia Oaxaca. Es inútil ir, no me van a dejar pasar, ya están cerradas las carreteras. Siento una frustración distinta a la común, ¿es frustración o miedo?, ¿es frustración o impotencia? Este será un fin de semana largo. Oaxaca, lejos, y yo, acá, en la nada.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1161384833495049872006-10-20T15:28:00.000-07:002006-10-20T17:09:58.780-07:00Nunca antes me había sentido tan lejos de Oaxaca como estos días. Escribo sobre eso, precisamente, a distancia. Adelanto cuatro líneas:<br /><br />1.- En Oaxaca, darle causa a los conflictos por medio de las instituciones significa algo así como echar mierda sobre la mierda que apesta. El problema en Oaxaca son, de raíz, las instituciones, y sobre todo la creencia en ellas; éstas en Oaxaca, siguen siendo las mismas que en el resto del país creen haber derrocado desde hace veinte años.<br />2.- Decir que la intervención de los organismos federales, para resolver el conflicto, es herir la soberanía del estado de Oaxaca, es del peor sarcasmo que he escuchado; pinches derechistas no sean manchados. Ahora resulta que vivimos el federalismo en carne propia.<br />3.- Se ha perdido muchísimo dinero, lástima que la conciencia que se ha ganado no dé para tragar. Y cuando digo conciencia, no hablo de seudorevolucianarios que aprovechan el desmadre para satisfacer sus impulsos, sino de señoras que por fin han escuchado que su voz suena, que suena aunque nadie atienda. Y cuando digo dinero, bueno, me refiero a todo tipo de dinero.<br />4.- La caída de Ulises Ruiz sí soluciona el conflicto. No se trata de la banda que sale en los medios de comunicación. Se trata de una sociedad harta de estar rezagada, no sólo en educación (bueno, los maestros no han ayudado mucho, pero la política económica del país, del mundo, menos; y mucho menos ha ayudado la desigualdad social del país, y la apatía de los demás estados frente a Oaxaca, pues, como estado que aporta muy poco al erario, sólo hay que ponerle atención cuando la gente se pone loca). Y la caída no como persona, sino como simbolo del viejo priísmo que creen desaparecido en el resto del país, como simoblo de prácticas autoritarias, de los pésimos gobiernos, de las decisiones tomadas con injusticia, de la prepotencia frente a una población maleducada y desinformada, como símbolo de sonrisas cínicas dirigidas al poder real. De lo contrario, toda esa sociedad, los que no son la APPO y sí están en contra del gobernador y los ex gobrenadores que deberían someterse a jucios políticos, de lo contrario, decía, esa sociedad quedará frustrada y en estado de putrefacción, disfrazada, o diría mejor, aromatizada con encantos democráticos. Que Ulises Ruiz pida licencia no quiere decir que caerán los demás, nadie se preocupe, no todos los estados son Oaxaca, no todos los estados están resentidos contra el país, las fermentaciones sociales no son variables macroeconómicas, no en todos lo estados se percibe un aire de futilidad, e indiferencia, respecto al rumbo que se toma desde el centro, entiéndase como ocho o nueve personas.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8057298.post-1161209238431773732006-10-18T14:30:00.000-07:002006-10-24T10:10:10.036-07:00Este domingo tuve que ir a la oficina. El taxista cobró treinta pesos y yo sólo tenía un billete de cien. (Los domingos me despierto a las once de la mañana. Me tomo un café, hojeo revistas, leo y, a las doce, si juegan los pumas, veo a los pumas, si no, sigo leyendo hasta que me agarre de nuevo el sueño.) No tengo cambio, dijo el taxista. Qué pinche sol, dije yo, ¿qué?, ¿no va a cambiarlo? No puedo bajarme de la unidad, dijo él, cámbielo aquí en el vips. (Luego me gusta salir a caminar, por lo regular en busca de comida, los domingos las calles de mi colonia están solas; tal vez por eso me agrada.) Bajé encabronado del taxi, ¿me cambias este billete?, le dije a la cajera. No tengo, respondió con una sonrisa, además tendría que consumir. Salí del pinche vips y me topé con seis dark vaders que me saludaron. Saludé, ¿tendrán que me lo cambien? Ninguno hizo caso. (Algunas veces ni siquiera tengo hambre pero mi cuerpo me pide caminar, camino, camino por la sombra, por el pavimento y pienso en qué hacer por la tarde.) Regresé con el taxista y le dije: nadie me lo quiere cambiar, qué pinche sol hace, ahí palaotra, ¿no?, ¿cómo ve? El taxista, que cantaba a todo volumen el cubo de caló, le bajó al estéreo y dijo: ahí en el office, miré. Carajo, grité hacia mi estómago acalorado. (Así que después de caminar vuelvo cansado a mi casa, pongo la mesa y como de lo que haya encontrado, que casi siempre es un pollo rostizado, termino y veo hacia la pared.) El sábado en la noche había visto una obra de teatro: el miedo a los golpes; no sé que tenga que ver pero al momento de ir hacia el office max, unos diálogos de la obra cruzaron mi mente y me eché a correr al estacionamiento del edificio, con el cubo de caló a todo volumen al fondo, para mover el cubo basta ya, me escondí y luego subí a mi oficina. (No veo la tele, quizá me acuesto en la cama a ver la pared, me preparo un café y, casi por lo regular, me levanto para ir al cine o dar vueltas como idiota en alguna plaza.) Terminé lo que tenía que hacer en la oficina y apareció un temor raro: ¿y si bajo y ahí sigue el pinche taxista y, mientras canta la del pinche capitán, me cobra setecientos varos? Ya ni siquiera con el de cien me alcanza, pinche cajera del vips, pensé, me lo hubiera cambiado, pinches dark vaders, pinche capitán. Decidí no salir de la oficina hasta más tarde. Dos horas después el temor se multipilicó, pinche taxista, pensé, a estas alturas ya han de ser mil pesos y lo peor, el tape de caló ya debe haber terminado; así que una de dos: o ya puso uno de los hombres ge, o lo está escuchando por tercera vez y cada que escucha el rap del cubo, se acercenta su rabia y fortalece su espera. (Regreso entonces del cine o de caminar como idiota, me vuelvo a acostar en la cama, pienso en la dura semana, me resigno a confrontarla, a la semana, comienzo a desear que un nuevo domingo aparezca por las sábanas y, con toda tranquilidad, me duermo.) Pasó otra hora y pensé: cuánto le deberé ya a ese pobre taxista; debería estar de regreso en mi casa, recostado leyendo, o con los pumas corriendo por la tele. Bajé y, sin ver, corrí, corrí hasta llegar a la cineteca.el andreihttp://www.blogger.com/profile/07331078064543293086noreply@blogger.com4